Tablaturas espaciales

Cincuenta y cinco guitarras —afinadas según un sistema microinterválico altura— son distribuidas en un gran espacio siguiendo un plan de composición espacial. Se abandona así el modelo del concierto tradicional para explorar una manera alternativa de interacción entre la música, los intérpretes, el público y el espacio. Las guitarras están suspendidas desde alturas diferentes, y se utilizan alternativamente como fuentes sonoras fijas, o móviles; ya que el estar suspendidas desde lo alto les permite pendular a distintas velocidades y con una amplitud de movimiento variable. Este comportamiento de las guitarras tiene valor tanto visual como sonoro, dado que el movimiento pendular produce distintas modulaciones tímbricas en el sonido.
Sobre esta orquesta de guitarras transfiguradas, o gigantesco instrumento múltiple y complejo, un conjunto de músicos ejecuta la pieza, de una duración aproximada de una hora.

Este proyecto formó parte del plan de trabajo de mi residencia en Berlín, como invitado del programa Artistas en Berlín, del DAAD.